Cesc Fábregas es un magnífico jugador, pero antes y después que eso es un chaval estupendo, un buen tipo. No ha disputado la Emirates Cup con el Arsenal porque acaba de regresar de sus vacaciones tras conquistar la Copa de Europa con España.
Ha acudido los dos días del torneo al estadio para ver a sus compañeros y también para saludar a los que lo fueron en la selección durante el mágico mes de junio pasado. El sábado, poco antes de que el Real Madrid se enfrentara al Hamburgo, Cesc estuvo charlando animadamente sobre el césped con Iker Casillas y con Sergio Ramos.
En un momento de la conversación, se acercó Pedja Mijatovic, director deportivo del Real Madrid, para saludarle, y Ramos, cuyo segundo apellido debería ser 'Cachondo-Mental', le dijo a su 'jefe': "¿Sabes por qué no viene Cesc al Madrid? Porque no quiere". Cesc se puso de todos los colores y Mijatovic se lo tomó, lógicamente, a guasa.
Al estupendo centrocampista le queda un futuro extraordinario en la elite del fútbol; nadie duda de eso, pero sí de dónde será. Es sabido que Ramón Calderón ha intentado vaias veces sin éxito su fichaje y también que Pep Guardiola no le quita los ojos de encima por lo que pudiera pasar.
Cesc espera en su Arsenal, al que lleva en el corazón y del que no querría marcharse sin haber ganado un título. Pero el tiempo pasa y el jugador es consciente de que quizá dentro de uno o dos años habrá llegado el momento de volar. Su debut se producirá en la ida de la previa de la Liga de Campeones, ante el Twente.
Miér Ago 06, 2008 8:57 pm