Cesc y Ballack, ideas paralelas

Al jugador español le costó, como al equipo, entrar en el partido Después trató de asociarse con Torres Se estorbó con Xavi El alemán se movió por detrás de Klose, pero participó poco


Son dos jugadores de similares características. Uno emergente, como Cesc Fabregas, y el otro, Ballack, en el comienzo de su cuesta abajo. Diez años les separan, pero tienen en común que juegan en Inglaterra, que son rivales en la «Premier» y que actuán en posiciones parecidas.
Cesc estaba llamado a ser el quinto hombre, cuando Villa no entraba en los planes titulares de Luis, y Torres apuntaba como el único delantero. Su lesión, su mal final de temporada en el Arsenal y su falta de ritmo le condenaron al banquillo. Ballack, por su parte, es un jugador gafado. No jugó la final del Mundial en su país por estar sancionado y tampoco ha logrado con el Chelsea estrenarse está temporada. Finales perdidas y decepción en un jugador que salió del Bayern para conseguir más éxitos en Inglaterra.
El capitán alemán, que ayer fue marrullero y se estrelló casi siempre en ese tapón llamado Senna, tiene fuerza dentro del grupo y obligó a Löw a cambiar el sistema para tener más libertad en el centro del campo. El sacrificado fue Mario Gómez y Alemania, con cinco centrocampistas, jugó muy bien frente a Portugal.
Sin embargo, ante España no brilló. Fue, al revés que Cesc, de más a menos. En la salida arrolladora de Alemania participó, se juntó con Schweinsteiger y abrió el juego a las bandas. No rehuyó el choque, salió mal parado en un salto con Capdevila y hasta vio una tarjeta amarilla por sus malos modos.
Es un jugador exquisito técnicamente, pero demasiado frío. Y sin espacios, lo que le ocurrió en tre los huecos que tapaban Senna, Xavi y Cesc, se retrasó para poder enlanzar con Podolski y Frings.
Cesc no fue el de Rusia. Cuando se alejó de Xavi su fútbol fue más fluido, más vistoso y con ese don de la sencillez que tiene el catalán. No se pone nervioso, sabe tocar en corto y en largo, y, además, pisó el área cuando Torres le abrió espacios. En Cesc se ve reflejado el futuro. No es tan bajito como Xavi, Iniesta y Silva. Ayer, no tuvo su gran día, pero es campeón de Europa.